miércoles, 12 de mayo de 2010

no se me ocurrio un titulo que le diera sentido lógico a este post!...


dónde?
en mi casa, en mi cuarto, en mi cama.
Cuándo?
el pasado, hace mucho tiempo, creo yo que tenía como 7 u 8 años.

recuerdo que de pequeño antes de irme a dormir me bañaba, me ponía mi pijama e iba a la cama. en aquella época se me hacia muy gracioso la palabra pijama, aun lo hace, no se por que, pero me da mucha risa. en fin, toda mi vida de niño use pijama porque en mi cuarto siempre han habitado una especie perdida en la linea evolutiva de los dinosaurios, los mosquitos, pero estos no eran comunes, no no no, le hablo de unos zendos bichos mas similares a una bala 9mm que aun insecto! y cada noche que iba a dormirme sufría más que Jesús en el calvario siendo azotado por esas agujas hipodérmicas creadas por la naturaleza y yo los mataba como me fuese posible, con pies manos y dientes!

recuerdo una vez que estaba dormido y un mosquito paseaba por mi oído, con su zumbido odioso que me despertaba al instante y me ponía rojo de la "arrechera"! en una de esas tantas, y por estar tan "arrecho" el mosquito pasó por mi oido y en el dormido intento de matarlo lo intenté aplastar con toda mi fuerza; contra mi cara...

"arrecho"

un buen día decidí evolucionar, madurar si se quiere. pensé que los mosquitos no eran del todo culpables por hacer eso, al fin y al cabo solo tenían hambre y querían comer y darles de comer a sus familias moquitas y mosquiticos... así pues, con esa idea en la cabeza, me desperté baje de mi cama (de dos metros de altura), fui a mi armario y me vestí de traje. Luego de eso regresé a mi cama con una serie de papeles en la mano, dentro de una carpeta. y, como primer ministro de mi cuarto comencé a negociar con los mosquitos; empecé a aclarar las situaciones entre ambas partes involucradas en la relación que se llevaba a cabo bajo mis dominios. entendía que ellos querían comer y no ser matados, y yo pues, quería dormir. asi que les propuse un solemne trato que, debo orgullosamente decir, sostengo hasta el sol, o luna, de hoy, 12 años después. les prometí que les dejaría picarme, y que no les mataría si intentaban hacerlo, pero ellos deberían hacerlo después de haber quedado yo dormido y que, por el amor de dios, me dejaran el oído en paz!
de esta forma ellos aceptaron y yo también, claro, todo esto fue antes del boom del dengue, si no la OMS me hubiese prohibido hacer ese acuerdo; pero después creamos una enmienda para que solo me picaran mosquitos sanos.

desde entonces duermo sin camisa, con pantalones, en interiores, en boxers, shorts o cualquier otra cosa (ruedalibre incluido), pero sin camisa... y desde entonces no he vuelto a sentir otra picada cuando estoy despierto!

"arrecho"

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